Pueblos y nombres

Indagando en diversos aspectos de la cultura maya encontré un artículo de Bertha Sola Valdés en el que cuenta que la asignación del nombre a un recién nacido de esta cultura era todo un acontecimiento, y que el verdadero nombre solo era conocido por los mejores amigos:

Cada maya tenía cuatro nombres:

1.- El primero era el nombre normal que elegían sus padres o paal kaba. Si era hombre le anteponían "Ah" y si era mujer, le anteponían al nombre "Ix".

2.- Después llevaban su apellido o patronímico.

3.- El tercer nombre era el naal kaba, o una combinación del nombre de su padre y de su madre o de los nombres de la familia del padre y de la madre.

4.- El último era el coco kaba, que era el apodo que les ponían.

El bautismo de los niños mayas debía realizarse en una fecha que los sacerdotes determinaban consultando un horóscopo, contemplando, entre otros aspectos, la fecha en que la madre había quedado embarazada y en la posición de los planetas.

Niño de la cvilización olmeca, ancestros de los mayas

Así como en la cultura maya, existen en el mundo diversas tradiciones para dar nombre a un bebé. En mi país, la Argentina, existe una legislación que establece las pautas que se deben respetar a la hora de inscribir un hijo, y, por costumbre, hay quienes heredan el nombre de sus abuelos o del santo que corresponde al día de su natalicio (la madre de una amiga se lamenta por de haber heredado ambos, el nombre de su abuela “Ceferina”, quien recibió dicho nombre por haber nacido el 26 de agosto, día de Ceferino Namuncurá), otros simplemente tienen el nombre que más les gustó a sus padres.

El lugar en el que nacimos tiene seguramente una tradición al respecto, y, cada uno de nosotros, una historia particular sobre el nombre que le toco en suerte, yo tengo dos nombres, el primero fue elegido por mis padres simplemente porque les gustó, el segundo, me cuentan, surgió de una sesión de espiritismo a la que asistió mi padre…